La cotidianidad, para el proyecto planteado, es el conjunto de patrones repetidos de forma consistente a lo largo de un periodo de vida. Parte de lo que caracteriza a esta cotidianidad es la estandarización de las percepciones diarias. Es decir, a través de la repetición, la experiencia del día a día se deja de ver como tal, y se mecaniza.
La intervención busca romper este ciclo al introducir una nueva variable (El espacio de reinterpretación de las vibraciones), la cual revela la estructura detrás de esta cotidianeidad. Al hacerlo, la modifica, mediante el siguiente esquema:
El espacio funciona como un espejo, revelando la individualidad de la rutina usuario, y por lo tanto, modificándola.
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